En nuestro apartado de iconos del mueble del siglo XX ya vimos cómo el sofá Knollse hizo un hueco como pieza de diseño atemporal de mediados de los cincuenta, obra de Florence Knoll, que le dio su nombre. A las aplicaciones de este sofá en diseño interior le dedicamos hoy nuestro post.
El sofá Knoll se encuentra disponible en tres variantes: el tradicional sofá de tres plazas, la versión chaiselongue y en modo butaca o sillón. Esto nos permite jugar con diferentes composiciones a la hora de distribuir un espacio.
Si buscamos un ambiente más privado podemos apostar por una distribución en L de dos sofás; en cambio si buscamos un ambiente más abierto y relajado podemos recurrir en su lugar a emplear un sofá enfrentado a un par de butacas.
El sofá Knoll por sus líneas sobrias, que combinan un estilo clásico contemporáneo se convierte en una pieza atemporal que encaja en infinidad de espacios, desde una recepción de un hotel, la zona de consumo en un bar o cafetería, la sala de espera de un despacho y por supuesto en cualquier salón doméstico.
Además, podemos combinar este sofá con otras piezas de diseño como el Lounge Chair de Charles Eames o la silla Barcelona de Mies Van der Rohe, piezas igual de icónicas, contemporáneas y diferentes que permanecen en el tiempo y continúan aportando elegancia a cualquier espacios. Todas estas piezas comparten la pureza y la sofisticación con modernas técnicas de tapizado que empleaban el capitoné como emblema de lo clásico dentro de un diseño de líneas revolucionarias.
La atemporalidad del sofa Knoll lo hace además idóneo para ser empleado en la decoración de estilos muy diversos. Sólo tenemos que jugar con sus acabados en piel o terciopelo y con la gama cromática: Para ambientes donde busquemos una atmósfera juvenil y alegre podemos combinar su tapizado en terciopelo con colores vivos como el azul o el naranja sumándole piezas complementarias en acabado textil como sillas tapizadas en fieltros> o algodones o bien alfombras de pelo largo.
Si preferimos un espacio más serio deberemos elegirlo con tapizado en piel y colores sobrios, como el marrón, el negro o el blanco.
Como vemos el sofá Knoll es una pieza muy versátil que se adapta a contextos muy diferentes y siempre destaca por su delicadeza y elegancia. Veamos algunas muestras más de cómo emplearlo a la hora de decorar.
Vía: pinterest.com