Claves para una decoración de Navidad nórdica

¡Qué tendrá el estilo nórdico que sigue y sigue coleccionando adeptos! Ya sea por su sencillez, por su luminosidad o por la paz y calidez que transmite, lo cierto es que la Navidad Nórdica gana terreno más allá de su ámbito de influencia natural: los países escandinavos.

Pese a que lleva tiempo siendo tendencia, cada vez más hogares, fundamentalmente jóvenes y urbanos, optan por este estilo a la hora de proyectar la decoración de Navidad. Si éste es tu caso, atención a las claves básicas a tener en cuenta para sentirte esta Navidad como en plena Dinamarca.

1. El ambiente

A diferencia de las Navidades del Sur, más pomposas y llenas de adornos, la Navidad nórdica se caracteriza por su simplicidad, tanto en los tonos como en los elementos empleados.

Bastan un par de pieles de oveja colocadas sobre las sillas habituales para potenciar la sensación de invierno, un par de adornos colgantes como pequeñas tiras luminosas o estrellas, y por supuesto, un árbol de Navidad natural o en madera y ¡voilà! ya tenemos nuestro pequeño rinconcito navideño al estilo escandinavo.

Si además disponemos de una chimenea en el salón (o en su defecto unas velas), es momento de dejarla encendida, ya que el fuego también potencia ese “efecto invierno” que se trata de conseguir. Y si tenemos la suerte de contar con una de esas preciosas chimeneas suecas, ya es el acabóse 😉

2. El color

Como no podía ser de otra forma, la Navidad nórdica debe respetar las tonalidades propias de este estilo: un predominio absoluto de blancos y grises como base, colores neutros por antonomasia y dulcificados por la calidez de la madera.

Una vez obtenida la base, según el ambiente que se quiera conseguir pueden utilizarse pequeños toques de negro para un estilo más elegante, verde para un aire más natural, o rojo para una Navidad más informal y divertida.

3. El árbol de Navidad

La tradición nórdica se aleja un poco de los países del Sur en varios sentidos… Mientras ellos usan calendarios de adviento y beben vino caliente, nosotros compramos figuritas para el Belén y comemos turrón. Sin embargo, existe un elemento universal común a todas las navidades: el árbol de Navidad.

Y sin embargo, también en esto hay diferencias. El árbol de Navidad en un estilo nórdico suele ser más sencillo y espartano que el nuestro. El espumillón brilla por su ausencia, y las clásicas bolas de purpurina dejan paso en este caso a colgantes más cotidianos como campanas, pájaros o simplemente, nada 🙂

En tamaños, la cosa no está clara. Los hay desde tamaño gigante a pequeños arbolitos de mesa dispuestos en maceteros. Eso sí, siempre naturales, que para eso tienen los bosques que tienen 🙂

Y no es que en la Navidad nórdica no existan los árboles artificiales. Es que simplemente son eso, expresa y visiblemente artificiales. Pueden ser elaborados con tablones de madera, de cartón o de papel para colocar en una pared, o simplemente pintados sobre un muro, pero nunca, nunca, tratarán de emular un árbol natural con uno de plástico. Los países nórdicos llevan la naturaleza metida en vena y los árboles de plástico están vetados.

Una variante curiosa y muy particular de este estilo son los árboles de Navidad despojados de hoja. Árboles secos, basados en ramas que se llenan en este caso de complementos blancos, plateados color craft para emular los exteriores nevados, donde la nieve apenas deja ver el verde de los árboles.

4. Los complementos

Los complementos son en realidad los reyes de una Navidad nórdica. Es a través de ellos donde este estilo refleja su máxima expresión. Multitud de sencillos elementos dispersados por la casa aportan ese aire escandinavo navideño tan propiamente suyo.  Veamos los más característicos:

a) Figuritas de animales

En alguna ocasión hemos hablado de la presencia de animales en la decoración, pero en este caso se circunscriben a un ambiente característicamente navideño: ciervos, renos y pajarillos, moradores clásicos de los bosques del norte de Europa, conquistan las casas escandinavas aportando movimiento a la decoración.

b) Letras corpóreas

En el mismo tono de madera o en tonalidades distintas, las letras corpóreas con términos navideños abundan sobre baldas, percheros, aparadores o cómodas para recordar al visitante las fechas en las que se encuentra.

c) Estrellas

Uno de los elementos más presentes en este tipo de Navidad. Las estrellas de 5 y 7 picos son las más habituales como adornos colgantes, pudiendo ir iluminadas por dentro o no.

Otra variante es la estrella judía o estrella de David, formada por dos triángulos equiláteros dando lugar a 6 picos. Es especialmente adecuada para adornar las paredes, y suele ser muy habitual acompañarla con pequeñas tiras de luces apoyando al resto de la iluminación.

d) Velas

Cómo no. Una tradición universal que en el caso nórdico se circunscribe casi exclusivamente a las velas blancas o plateadas. Grandes, pequeñas, anchas o estrechas tanto da. Lo importante es que no se alejen de las tonalidades neutras.

e) Elementos naturales

Ya hemos comentado previamente la importancia de la naturaleza en el paisaje nórdico y por eso piñas secas, tronquitos, ramas, musgo o pequeñas hojas reinan en los tarros, jarrones, bandejas y pequeños rincones de una decoración claramente nórdica.

¿Verdad que dan ganas de llenar la casa de este ambiente? Por resumir: tonos neutros, presencia de madera, tiras luminosas y complementos sencillos o naturales son la base de una decoración de estilo escandinavo que enamora a más de uno, incluidos los presentes 😉

Vía: pinterest.com