A la hora de elegir un sofá para nuestro salón, encontramos en el mercado una gran oferta en lo que a acabados se refiere. Lo más habitual suelen ser los tapizados de diversos tejidos, ya sean lisos o estampados, con más o menos trama. Por otro lado tenemos los sofás de polipiel (derivado sintético de la piel) y el cuero; es en este último en el que centramos nuestro interés para conocer las posibilidades que ofrece este material en el tapizado de sofás.
Pros y contras
Un sofá de cuero es una inversión a largo plazo, se trata de un elemento decorativo atemporal que siempre podrás integrar en diversos ambientes y, si además lo cuidas, podrá pasar de una generación a otra. Su sobriedad lo hace fácilmente combinable con todo tipo de estilos de complementos del hogar.
En contra tiene las calidades del material, puede resultar poco acogedor de primeras, ya que el cuero mantiene el fresco por su condición natural y su textura lisa e impermeable. A favor hay que tener también en cuenta su fácil limpieza y resistencia anti manchas.
Encajan en diversidad de estilos
El clásico estilo británico es el abanderado en el empleo de este tipo de sofás en la decoración. Los sofás de cuero son asiduos en entornos muy formales y en espacios públicos, como salas de espera de hoteles y estaciones de tren. Ya estamos acostumbrados a ver por todas partes los sofás Chester, y aunque ya se pueden ver en todo tipo de acabados, lo tradicional era el uso de piel para su aacbado final.
A pesar de ser un material clásico, resulta estéticamente muy atemporal y encaja a la perfección en ambientes actuales de estilo contemporáneo independientemente del modelo del sofá, ya sea liso, con capitoné, con respaldo alto o bajo.
El cuero está muy presente también en la cultura escandinava, donde el diseño es siempre fiel a la materia prima autóctona y a la calidad material, razón por la cual lo emplean en todo tipo de tapicerías.
Complementos
Como ya hemos comentado, los sofás de cuero se prestan a encajar en ambientes variados siempre y cuando nos ayudemos de los famosos complementos. Para ello puedes utilizar cojines, mantas y alfombras de colores vivos y estampados manteniendo un equilibrio cromático.
Las mantas o alfombras de pelo u otro tipo de pieles naturales, funcionan muy bien con los sofás de cuero, éstas les aportan el toque cálido, además de textura, que termina de completar el conjunto.
Siguiendo la misma línea conceptual, podemos elegir baúles o maletas a modo de mesa de café, éstas aportarán un aire más colonial y aventurero a nuestro salón.
Para una mayor armonía podemos completar el conjunto de salón con pequeños pufs de cuero, tanto de estilo contemporáneo como del tradicional estilo marroquí, logrando un mayor o menor contraste decorativo según el ambiente que deseemos.
Estos son algunos tips básicos para que podáis decorar con sofás de cuero y saber cómo combinarlos. Pero si aún así queréis más inspiración, no os perdáis la selección de fotos que viene a continuación.
Vía: pinterest.com
Esta claro que el sofá tiene que estar acorde a nuestro ambiente del salón