¡Ay, la mecedora! Basta mencionar su nombre para evocar en nuestra mente imágenes de relajación y tierna infancia, generalmente asociados a ese rincón en el que la abuela hacía ganchillo de pequeños mientras nos contaba cuentos.
Y es que la mecedora como pieza de mobiliario, esa especie de silla con pies unidos por láminas inferiores curvadas que permiten el balanceo hacia atrás y hacia adelante, no es precisamente un objeto reciente.
Aunque sus orígenes son algo difusos, se dice que proviene de la Inglaterra del siglo XVIII, aunque no fue hasta el siguiente siglo cuando comenzó a fabricarse en masa en Nueva York, especialmente en el taller de Duncan Phyfe, uno de los primeros en introducir el estilo Imperio.
Si bien se ha asociado de toda la vida a personas de avanzada edad y a interiores algo antiguos, lo cierto es que en la actualidad existen numerosos ejemplos de mecedoras modernas de distintos estilos que harán las delicias de propios y extraños.
Y es que la mecedora nunca pasará de moda, al ser una de las piezas de mobiliario más cómodas y confortables que existen, gracias a que su asiento se sitúa justo en una posición en la que el centro de gravedad del usuario se alinea con los puntos de contacto con el suelo, permitiendo limitar los esfuerzos para el balanceo.
Las mecedoras modernas quedan especialmente bien como sillón de apoyo al sofá en salones de estilo nórdico. También son ideales para un rincón de lectura o para situarlas junto a la ventana y contemplar místicamente el paisaje.
Por supuesto, y ahora que empieza el calorcito de verano y necesitamos aire para despejarnos, el porche o el jardín son opciones estupendas para colocar una mecedora. De hecho, no hay película americana en la que salga un porche que no cuente con una buena mecedora o balancín 😉
En cuanto a materiales, los encontramos para todos los gustos…
Las mecedoras de interior suelen estar fabricadas en madera, con asientos y respaldos tapizados para una mayor comodidad. Las mecedoras de exterior en cambio tienen acabados resistentes a la lluvia o el aire, fundamentalmente materiales plásticos, mimbre o ratán, y suelen ir sin tapizar.
Y respecto a los formatos, encontramos todo tipo de opciones a la hora de elegir mecedoras modernas.
Lo más habitual es que cuenten con brazos y respaldo alto para poder mecerse cómodamente…
Aunque también las hay sin brazos para conseguir un aspecto más ligero…
Las hay redondeadas, que acogen el cuerpo, y las hay más rectilíneas (menos cómodas pero pensadas para actuar casi como objeto escultórico).
También podemos encontrar mecedoras modernas que imitan al formato clásico y otras que juegan con formas más modernas, como las mecedoras colgantes que mecen desde arriba.
En fin, todo un mundo de mecedoras modernas para todos los estilos, personalidades ¡y tipos de siesta! Os dejamos con una selección para inspiraros. ¡Que las disfrutéis!
Vía: pinterest.com
Estoy intetesada en los productos
LA MECEDORA PUEDE TENER UN RESORTE LIMITANTE DE GIRO, PARA NO VOLCALRSE
¡Gracias por la aportación!