El mes pasado comentamos cómo el poder permitirse un banco a pie de cama es uno de los lujos prácticos más recomendados para decorar dormitorios con suficiente espacio.
En aquél post nos enfocamos en la elección de un banco alargado, así que en esta ocasión nos centramos en otra opción igual de práctica además de muy estética: la colocación de dos pufs u otomanas.
Esta opción, además de permitir que cada miembro de la pareja tenga su propio asiento para calzarse, resulta sobre todo muy decorativa. La utilización de pares de elementos iguales genera un efecto simetría que aporta sensación de orden y elegancia muy característica del estilo clásico.
En este sentido, colocar una doble otomana a los pies de la cama supone una opción sin riesgo ya que uno nunca se equivoca con esta opción. Otra cosa será acertar con el tipo de asiento, el color o el material, que dependerá del estilo, color y efecto que quieras dar al dormitorio.
Estilo clásico renovado
Si deseas elegancia y glamour, la mejor opción es optar por pufs con pata en cruceta y tapizado de tipo aterciopelado o rematado con tachuelas. También el capitoné es un clásico en estos casos, ya sea en todo el puf o sólo en el acolchado superior. A nivel de color, la mejor opción para este estilo es emplear un tono similar al de los cojines que decoran la cama.
Dormitorios modernos
Si tu dormitorio es moderno, lo ideal es colocar banquitos de líneas rectas y patas en forma de U o de cubo con el acolchado superior tapizado con líneas contemporáneas (colores lisos, finas rayas, etc.). También, con un toque más informal, puedes colocarlos de estructura recta en madera, con asiento y pequeñas patas rectas en metalizado mate o bien sin patas, como un cubo completo que puede o no tener tapa superior para almacenaje. En cuanto al color, puedes optar por los tonos neutros en los estilos más sobrios, por los tonos vivos en los dormitorios más informales o por hacer contraste con la ropa de cama.
Dormitorios rústicos y shabby chic
El toque rústico se consigue en cambio con pufs de mimbre y ratán o aquellos con patas de madera desgastada. Si además pintas éstas en color blanco y les colocas el asiento superior en tonos claros o pastel, quedarán perfectos para un dormitorio tipo shabby.
Alternativas originales
Si lo que quieres es darle un toque original al dormitorio, puedes optar por un par de otomanas circulares de estilo árabe, 2 pufs de trapillo, un par de pufs con patas de metacrilato o bien unos simples cojines de suelo al pie de la cama para darle un toque informal.
Finalmente, una última opción menos convencional es colocar dos sillas o sillones en lugar de pufs. Esta opción es más voluminosa visualmente hablando, sobre todo porque el respaldo impide ver parte de la cama, pero puede ser más cómodo para quien tiene problemas de espalda o desea una mayor sensación de bienestar a la hora de sentarse a los pies de la cama.
¿Quieres ver lo estéticos que quedan un par de pufs a pie de cama? ¡Mira estas imágenes y compruébalo!
Vía: pinterest.com