El estilo Boho Chic proviene como su nombre indica del estilo bohemio más puro, un estilo colorista, vital y ecléctico típico de personalidades artísticas, ligadas a la creatividad o al mundo de la farándula. Este estilo toma referencias de otros paralelos como el étnico o el colonial, basados en el folclore de culturas africanas, sudamericanas o asiáticas, así como en el arte en general, trasladando todo ello al diseño interior. No obstante, aunque hay quien los toma por lo mismo, el término “chic” supone un matiz añadido de elegancia frente al original, fusionando elementos de forma más sutil y ordenada.
Aunque la fusión de estilos está a la orden del día en decoración, en ocasiones hace difícil asignar un ambiente a un estilo concreto, ya que éste cuenta con rasgos de otros muchos, y el bohemio no es una excepción. En este caso la fusión alcanza su máxima expresión, muy al uso de una persona de estilo vital, desenfadado, relajado y hedonista, con gusto por el arte, la creación artesanal y el respeto a la naturaleza. Se dice del bohemio que proviene de grupos nómadas y de culturas como la gitana, árabe y marroquí, donde la música, el baile y las reuniones sociales son un modo de vida, donde la pasión por los colores y los vivos estampados se trasladan a espacios confortables y alegres donde vivir y evadirse de una sociedad estandarizada.
También podemos identificar parcialmente en este estilo a la corriente hippie de los años 70 que compartía el mismo espíritu pero que estilísticamente estaba más influenciada por la cultura pop. El boho más puro se define por el abundante empleo de colores saturados y oscuros en paredes y mobiliario, por lo que su barroquismo en ocasiones lo vuelve algo basto y abigarrado para muchos, casi rozando el estilo kitsch.
Boho Chic
Lo que caracteriza a esta “versión ligera” del estilo bohemio es el uso estratégico y mesurado del color en mobiliario y elementos decorativos, priorizando los tonos neutros y la luz natural para aportar una mayor claridad al espacio e introduciendo algunos detalles elegantes que aporten contraste y salpiquen de color el conjunto, convirtiéndolo en único y personal.
No obstante aunque se trate de un estilo rico en matices, no tiene por qué implicar un mayor gasto a la hora de decorar. Simplemente hay que tener claros los elementos fundamentales y seguir sus pautas. ¡Veamos algunas!
Colores
El estilo boho chic emplea colores neutros y suaves en paredes y suelos para potenciar la luz natural, un valor esencial en toda vivienda. Esto permite elegir posteriormente un mobiliario en tonos saturados o unos complementos coloridos para dar vida al espacio, así como piezas en tonos oscuros para reforzar esa imagen chic.
Baños y cocinas
En baños y cocinas el alicatado cobra mucho protagonismo, especialmente en coloridas geometrías cubriendo los frentes de las zonas en contacto con el agua. A pesar de ello hay que usarlo con moderación, por ejemplo revistiendo los espacios sólo a media altura para evitar recargar el ambiente y poder usar todo el color que se desee. Bañeras exentas, lavabos y fregaderos de estilo clásico o vintage encajan muy bien en este ambiente.
Mobiliario
El estilo boho chic emplea pocos muebles pero de gran tamaño, preferentemente de madera, de línea sencilla y compactos. También permite incluir algún elemento labrado de aire asiático o africano, pero conviene no abusar para mantener un ambiente equilibrado.
Para las mesillas suelen eligirse baúles o cómodas de baja altura con el fin de potenciar la amplitud del espacio en vertical y crear un clima más relajado. El almacenaje de ropa o menaje se distribuye preferiblemente en horizontal en estantes vistos o armarios bajos que no lleguen hasta el techo, ya que en este estilo se potencian los elemento visibles y exentos, nada va empotrado.
Las sillas suelen escogerse en materiales naturales como el mimbre o ratán para crear rincones de lectura, como la clásica Peacock chair o silla Pavo Real, o bien algunas versiones más modernas en hilos de colores como la silla Acapulco. También son muy habituales los asientos colgantes que aportan un toque alternativo, original y divertido tan característico de este estilo.
También es frecuente el uso de la silla Mariposa y pufs de cuero o esparto y grandes almohadones de algodón acompañando mesas bajas para crear zonas relax.
Textiles
Los textiles son sin duda el elemento clave en el estilo Boho Chic: tapices, alfombras, flecos o cortinas adornan paredes, ventanas y vanos de puertas vistiéndolos de vivos colores y empleando tejidos de diferentes clases que permiten el paso de la luz natural de un modo muy especial.
Alfombras: Este estilo suele decantarse o bien por las clásicas alfombras de estilo persa o por otras más ligeras en materiales y estampados como de estilo étnico, con motivos geométricos aztecas o motivos florales tropicales.
Cortinas de macramé o de tela: el estilo boho es amante de amplios espacios, evitando las barreras físicas como tabiques o puertas. Por ello suelen utilizarse separadores de espacios virtuales, como muebles bajos o textiles como las cortinas de macramé o paños de algodón o seda.
Tapices: Su empleo es muy frecuente en este estilo, especialmente en las camas, cuyos cabeceros se coronan con estas creaciones artesanales propias de los antiguos telares, ahora renovadas en estilos y colores. También se ubican habitualmente en ventanas o paredes para aportar un toque decorativo al espacio.
Elementos decorativos
Sin duda el estilo bohemio ha pecado de exceso en los complementos, pero ni en su versión más chic podemos renunciar a la personalidad que aportan los espejos artesanales, lienzos al natural, plantas y flores o recuerdos de nuestros viajes más preciados: ellos son los verdaderos protagonistas.
Espejos: existen multitud de opciones para decorar con espejos pero el espíritu bohemio suele decantarse por los de gran formato, con marcos labrados y de inspiración marroquí o asiática, su belleza y su fuerte presencia engalanan cualquier espacio falto de carácter.
Cuadros: en el estilo boho los cuadros no van colgados sino apoyados sobre bancadas, sobre el poyete del cabecero o sobre finos raíles de madera en la pared. De este modo se consigue mayor espontaneidad y menor rigidez. En el caso de ser láminas o telas de gran formato sí pueden colocarse en la pared a modo de tapices.
Lámparas y farolillos: la iluminación bohemia tiene un encanto muy especial, que proviene de la cuidada selección de lámparas de cristal en formato pequeño y de diseño artesano como las de vidrio soplado. Es característica la combinación de lámparas colgadas a diferentes alturas para crear rincones mágicos, así como el empleo de farolillos a pie de cama, junto al sofá o a la chimenea.
Máscaras: en este estilo no pueden faltar toques tribales en el ambiente. Suelen emplearse composiciones de 2 a 5 máscaras o cráneos de animales de resina sobre paredes neutras y claras sobre el sofá o en junto al comedor.
Objetos personales y souvernirs: este estilo de fuerte carácter personal suele reflejar la identidad y la vida cotidiana de los que la habitan, por lo que suelen estar llenos de ocasiones especiales y recuerdos. Decora con revistas y libros apilándolos sobre un mueble o directamente en el suelo.
Plantas: ya sean colgantes en redes de macramé, en macetas o en el suelo si son de gran formato, lo característico es que se empleen muchas y variadas. Pueden combinarse aquellas que requieren poco mantenimiento, como la sansevieria, las suculentas o los cactus con otras de hoja verde y carnosa como el aloe vera para aportar el toque exótico final.
En resumen, si tienes una personalidad social, bohemia, femenina y desenfadada, sin duda el estilo Boho Chic es el más adecuado para ti.
Vía: pinterest.com
Interesante artículo!
Muchas gracias por compartir este contenido sobre el estilo Boho chic. Sin duda es un estilo muy alegre y pintoresco, un saludo
Sí, ideal para los amantes del color y la vida bohemia 😀