Todas las estancias de la casa tienen un problema común: por mucho que queramos siempre nos quedamos escasos de espacio de almacenamiento. El día a día nos lleva a acumular gran cantidad de vivencias en forma de enseres personales, objetos de uso cotidiano o recuerdos varios a los que debemos hacer un hueco en nuestro hogar. Y por eso hoy queremos centrarnos en una de esas estancias: el comedor.
A la hora de distribuir o decorar el comedor, la mayoría pone el foco de atención en las mesas, las sillas o la lámpara. Sin embargo, en ocasiones nos encontramos con que no hemos resuelto del todo bien su funcionalidad: Vajilla, cubertería, mantelería, botellas o licores son enseres que deberíamos tener a mano lo más cerca posible de la mesa y para ello es vital resolver bien el almacenaje de esta zona.
Los muebles de almacenaje para el comedor siempre tienen un punto algo robusto, dado que deben soportar bastante peso y volumen. Pero como lo bello no está reñido con lo práctico, no hay por qué renunciar a sacarle un mayor partido a estas piezas para que el comedor luzca espectacular. Veamos los 3 sistemas de almacenaje para el comedor más comunes y cómo aportan un plus decorativo si están bien pensados.
1. Aparadores
El aparador es un mueble multifuncional que podemos adaptar a distintos contextos del hogar, ya sea a la entrada a modo de consola, en el salón para el almacenaje de libros y, sobre todo, en el comedor. Al ser un elemento exento y de líneas claras y pulcras, el aparador resulta una pieza ideal para darle un toque elegancia a nuestro comedor. Además es una buena elección si contamos con pocos metros ya que su altura intermedia y su horizontalidad desahoga visualmente el espacio dando aire a la estancia, permitiendo la colocación de complementos decorativos que aligeran su aparente pesadez.
2. Vitrinas exentas
La vitrina o alacena de toda la vida es la reina de los antiguos comedores de nuestras madres y abuelas, tan típica del estilo shabby chic. Generaciones enteras disponían de una en esta estancia y sigue siendo la mejor opción para proporcionarnos en poco espacio ese almacenaje extra para toda la vajilla, cristalería y cubertería de ocasiones especiales.
Encontramos alacenas con puertas de vidrio que nos dejan ver todo lo que guardamos en su interior o alacenas mixtas (mucho más prácticas) que ofrecen en su parte inferior una superficie de almacenaje oculto para guardar elementos de mayor tamaño como fuentes, bandejas y soperas, seguida de cajones para los cubiertos (sobre los que en ocasiones una pequeña superficie de encimera) y es su zona superior unas puertas de vidrio con baldas para el menaje menor.
Las vitrinas pueden emplearlas solas como elemento central frente a la mesa, o de dos en dos a cada lado del comedor.
3. Estantes y armarios de pared a pared
Si disponemos de mucho espacio o bien tenemos la cocina abierta al comedor, podemos recurrir a los estantes y armarios de pared a pared.
Aquí la elección va en el gusto personal, ya sea por una apariencia más robusta como la de un armario empotrado, una más ligera si nos decantamos por baldas o una mixta si optamos por combinar ambas opciones a base de módulos.
Según el estilo de nuestra vivienda nos encajará mejor una que otra: las baldas son propias del estilo industrial y escandinavo (o del rústico y el vintage, si van en madera desgastada) y los armarios integrados en pared son la solución perfecta para ambientes contemporáneos y minimalistas.
¿Y tú, por qué opción te decantas? Mientras te lo piensas, ahí va una amplia selección para inspirarte sobre cómo sacarle partido a esta estancia sin renunciar a la estética con los distintos sistemas de almacenaje de comedor.
Vía: pinterest.com