Hoy en Decofilia damos ideas para decorar una de las habitaciones más entrañables de toda la casa: El refugio de los más pequeños, el cuarto de juegos.
Este es de esos tipos de post con un encanto especial, no solamente por lo divertido de la decoración de este espacio sino por lo que evoca de nuestra propia infancia: cómo nos refugiábamos en nuestro rincón favorito usando todo lo que estaba a nuestro alcance, organizando y desorganizando tenderetes que nos trasladaban a una tienda, a una cafetería para tomar el te, a un precioso castillo, o a una tienda de campaña a plena luz de las estrellas.
Es un cuarto peculiar, ya que independientemente del resto del estilo decorativo que tengamos en las demás estancias (minimalismo, shabby chic, contemporáneo, moderno, vintage ….) en ésta podremos hacer una excepción y centrarnos básicamente en la función básica de esta habitación: el juego.
Por esta razón aunque establezcamos una serie de pautas para decorar el cuarto de juegos, nuestra imaginación será el único limite, así que el primer consejo para ponerlo en práctica es recordar qué nos divertía cuando éramos pequeños personajes de medio metro. A partir de allí, infinidad de variantes y combinaciones.
Si deseamos poner el foco en los muros, podremos pintar alguna pared (o todas ellas) de un color llamativo o varios, siempre que se utilicen de forma coordinada. Podremos pintarlas a rayas o con pintura bicolor en dos mitades a modo de zócalo, la de arriba en color blanco y la de abajo en un color intenso. También podemos elegir divertidos papeles pintados, vinilos con pequeños personajes o que simulen diferentes lugares. Si el habitante del refugio ya ha cumplido los cuatro años de edad, también podremos dejárselo a su elección (si resulta demasiado estridente, podemos escoger un tono neutro para las paredes, como el gris piedra, blanco, arena o crudo) y usar su color favorito en el resto de los complementos.
Uno de esos complementos estrella es la alfombra, que además de proporcionar calidez a la estancia permite que el niño disfrute jugando sentado directamente en el suelo, pero sin el frio y duro contacto del pavimento común.
Combinar diferentes proporciones de muebles ayudará a dar funcionalidad a esta habitación. Por ejemplo será muy práctico disponer de algunos muebles de almacenaje para guardar todos los juguetes y “trastos” una vez que el juego haya acabado, pero también será divertido utilizar muebles de proporciones pequeñas en el resto de la estancia, para que el niño se identifique en el entorno. Sillas, mesitas, pufs, e incluso estanterías de pared deberán estar en consonancia con su estatura.
También podremos personalizar aún más el cuarto colocando cuadros con sus dibujos, o bien colgar banderitas de colores cruzando las paredes, utilizar espejos con marcos divertidos que les permitan verse disfrazados, muebles que imiten cocinitas, cochecitos, baúles, toboganes o tiendas de campaña (a los niños les encanta esconderse). Y ello sin olvidarnos de dejar un amplio espacio para revolotear y mover objetos al antojo del pequeño de la casa.
Os dejamos unos cuantos ejemplos con ideas para decorar el cuarto de fuegos. Sólo queda ponerse manos a la obra y disfrutar.
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Quedan divinas las habitaciones infantiles con los vinilos, me encanta los vinilos decorativos que utilizas.