El Año Nuevo siempre viene acompañado de buenos propósitos personales, como apuntarse al gimnasio, aprender inglés, bajar de una vez por todas esos kilos de más, o por qué no, cambiar de piso o reformar de una vez la casa, que ya toca.
Conociendo el pánico que a cualquier ciudadano de a pie le suelen dar las obras, hemos decidido dedicar este post a todos los aquellos que tengáis pensado realizar una reforma integral este año para guiaros por todo el proceso paso por paso y evitar quebraderos de cabeza.
1. El proyecto
Antes de empezar, deberás contar con un proyecto que defina al milímetro lo que quieres hacer. No tengas prisa en empezar la obra, no empieces a tirar muros. Antes de nada, piensa y planifica. Es el mayor consejo que te podemos dar para minimizar sorpresas, retrasos en obra o aumentos desproporcionados de costes (los famosos “yaques”).
Esto, que así en genérico suena muy fácil (“pues quiero 3 dormitorios, renovar el baño, ampliar el salón hacia el baño, añadir un armario en esta zona”), se convierte en algo más complejo cuando bajamos al detalle. ¿Qué modelo de inodoro quieres? ¿Cuántos puntos de luz necesitas? ¿De qué tipo -de pared, de techo, de suelo, conmutados a enchufes- y dónde los quieres ubicar? ¿Te has dado cuenta de que si pones ese armario que comentas la puerta del dormitorio chocará al entrar?
Mucha gente cree que cuando llama a una empresa de obras para hacer un presupuesto, este tipo de decisiones las toman ellos (“¿qué inodoro? Ah, no sé, uno normal”). Sin embargo, una empresa de reformas ejecuta, no selecciona por su cuenta, ya que corre el riesgo de que luego no te guste y quieras cambiarlo. Algunos presupuestan materiales genéricos y luego te acompañan a que selecciones los definitivos, pero para eso, mejor que lo tengas todo pensado de antemano y ahorras tiempo en obra y sorpresas en costes.
Lo ideal es que el proyecto lo lleve a cabo un profesional, ya sea arquitecto o interiorista (siempre será un dinero bien invertido, te lo aseguramos), pero por si el tema te gusta, tienes tiempo, lo quieres hacer tú y se te da bien, aquí va todo lo que debería incluir.
¿Qué deberá incluir un proyecto?
a) Plano de estado actual
Lo primero que debes hacer es partir de un plano del estado actual en condiciones. Para ello deberás tomar medidas de toda la casa y pasarlas a un plano que podrás ofrecer luego a las empresas a las que solicites presupuesto para la obra.
Si no lo has hecho nunca, no te será fácil. No se trata simplemente de medir largo x ancho en cada habitación, sino ubicar correctamente las puertas, las ventanas, los pilares y mochetas y medir también las alturas (al techo, a un viga, alturas de las ventanas) o el grosor de los muros. Si no te atreves con ello, contrátalo aparte porque es un servicio barato y te asegurarás de no meter la pata.
b) Plano de estado reformado
En una reforma integral en la que te puedes permitir tirar tabiques, debes aprovechar el momento para redistribuir el espacio y sacarle el mayor partido.
Para ello es importantísimo realizar un buen estudio de distribución de espacios. Partiendo del plano anterior podrás modificar tabiques sencillos, puertas y otros elementos no estructurales para dejar el piso como tú quieras. Únicamente ten en cuenta que lo que más te marcará es el baño (el inodoro no puede ir muy lejos de la bajante) y en menor medida la cocina (por aquello de la salida de humos).
De todas formas, una vez tomadas las medidas, en la web existen programas gratuitos con los que puedes hacer planos en 3D de forma muy sencilla. Estos programas te servirán tanto para hacer el plano inicial de la casa como el de estado reformado, y al poder levantarse en volumen podrás hacerte una idea mucho más clara de cómo queda.
c) Estudio de iluminación y planos de electricidad
Una vez elegida la distribución, hay que realizar un estudio de iluminación pensando cómo queremos iluminar cada zona, cuántos enchufes e interruptores necesitaremos y dónde ubicar cada uno para que resulten prácticos.
Lo ideal es determinar en cada estancia una escena de luz general y otra de luz indirecta. Todo ello hay que plasmarlo en un plano de electricidad, indicando también las conexiones entre los distintos puntos de luz, enchufes e interruptores.
d) Climatización
Deberás elegir qué tipo de calefacción prefieres o necesitas (radiadores eléctricos o de agua, suelo o techo radiante), dónde irán ubicados, y si vas a poner aire acondicionado, si lo prefieres por conductos o tipo split.
Esta parte es un poco más técnica y por tanto el especialista de obra te ayudará a decidir los elementos adecuados de los radiadores o por dónde irán los conductos de aire, pero sí es bueno tener pensada la tipología y el modelo o marca si tienes alguna preferencia.
e) Memoria de materiales
En este punto deberás detallar todos los materiales y elementos que vayan a ser necesarios para la obra, con marca, modelo, referencia, color y/o medida.
Entre ellos, azulejos de pared, pavimentos (madera/laminado/porcelánico), sanitarios (inodoro, ducha, bidé, bañera), grifería (de baño y cocina), modelo de mecanismos (enchufes e interruptores) carpintería (puertas, picaportes, ventanas -en estas últimas no hace falta que definas la marca sino el material (si las quieres de aluminio, pvc, madera) y el tipo (batientes, oscilantes, pivotantes, oscilobatientes, tipo velux…), referencias de pintura o papeles pintados.
f) Alzados, secciones y otros planos de detalle
No es estrictamente necesario pero ayudará mucho incluir “planos verticales” de determinados muros. Por ejemplo, para indicar el despiece de los azulejos de pared en el baño (por dónde deben empezar a colocarlos), para indicar la altura de elementos (ej. los muebles de cocina, el mueble lavabo, unas hornacinas de pladur, los interruptores de la cama o un cabecero de obra, etc.)
También deberá incluir planos de distribución interna de armarios en caso de que los hagas a medida, así como cualquier otro detalle constructivo que se necesite en obra.
Con todo ello se elabora un documento que podrás distribuir entre todos aquellos a los que vayas a pedir presupuesto de obra. De esta forma podrás comparar “peras con peras” y todos los profesionales deberán ajustarse a la misma información.
2. Selección de la empresa de reformas
La elección de la empresa encargada de la reforma es un punto esencial. Cuando uno no conoce a nadie, elegir el contratista se convierte casi como una lotería, por lo que para seleccionar adecuadamente la empresa de reformas te damos los siguientes consejos.
1) Pide varios presupuestos
Si no sabes por dónde empezar, puedes darte un paseo por tu barrio y ver si existen locales que ofrezcan reformas, o puedes pedir presupuestos buscando en Google o en portales web para elegir la empresa de reformas más adecuada al tipo de obra que necesites.
En estos casos, lo importante de cada empresa es analizar las valoraciones que tengan de otros usuarios, ver si tiene tienda física para comprobar el tipo de empresa que es y conocer el tipo de obras que han realizado accediendo a su catálogo de fotografías de obras realizadas.
En cualquier caso, si cuentas con un proyecto definido, las diferencias no estarán tanto en los materiales como en la mano de obra, dependiendo del tipo de empresa a la que te dirijas.
Un par de consejos:
* si hay grandes diferencias en presupuesto, descarta el más barato y el más caro (salvo que el dinero no sea un problema y tengas referencias) y quédate con el del medio.
* si solicitas presupuesto en portales web, descarta los que no te pidan visitar el piso antes o los que te ofrezcan un presupuesto cerrado sin antes visitarlo. Aunque lleves un proyecto previo, el equipo de obra necesita comprobar muchas cosas antes de presupuestar (ej. estado de las paredes o suelos, facilidad para subir material -si hay o no ascensor-, si la zona es de libre aparcamiento o de pago, etc.) Si no lo hacen, desconfía.
2) Echa un vistazo a sus trabajos y experiencia
No todo es dinero. El feeling, la experiencia o los proyectos ya realizados son elementos tan importantes como el presupuesto.
Echa un vistazo a su web, comprueba el tipo de obras que han hecho, mira si te gustan y obtén información de cuánto tiempo llevan en el mercado. Si además encuentras opiniones de clientes (no dentro de su web sino en otras páginas), mejor que mejor.
3) Solicita referencias cercanas
El boca a boca es una de las cosas que mejor funcionan en este sector. Si tienes una persona cercana que haya hecho obra en casa y haya quedado contenta en cuanto a calidad de ejecución y cumplimiento de plazos (las dos madres del cordero), pídele presupuesto. Eso sí, que sean referencias cercanas y comprobables. Huye de los típicos consejos de cuñado “tengo un amigo de un amigo que…”
4) Trata de contratar a equipos de obra que tengan a gente en nómina y no a autónomos subcontratados.
Primero, porque es síntoma de experiencia y de llevar muchas obras a las espaldas, y segundo porque los trabajadores en nómina siempre están disponibles, mientras los autónomos no (ya que tienen muchos otros clientes) y por tanto pueden retrasar la obra si no pueden venir cuando hacen falta.
5) Solicita penalización por incumplimiento de plazo de entrega
El plazo de finalización de obra es uno de los caballos de batalla de toda reforma. Es cierto que en todas las obras surgen sorpresas e inconvenientes, pero a menos que sean graves o por fuerza mayor (ej. una paralización oficial de obra, una madera podrida al descubrir el techo que obligue a reforzar la estructura, una huelga de transportistas o sorpresas ocultas) normalmente están contemplados en el plazo habitual, que suele ser de unos 3 meses para pisos medios de entre 60 y 100m2. Eso sí, si eres tú quien cambias a mitad de obra algo de lo proyectado inicialmente, deberás asumir el lógico aumento del plazo y coste que conlleve.
6) Deja una parte del presupuesto para el final
Prácticamente todos los contratistas pedirán un importe por adelantado para ir comprando material y realizando los primeros trabajos. A partir de ahí, unos cobran por “certificación de obra” (a medida que se van completando trabajos) y otros suelen pedir otro importe grueso a mitad. Ambas opciones son válidas, pero fíjate sobre todo en cuánto se deja para el final: unos contemplan el 5% y otros el 20%. En ese caso elige esto último, ya que un 5% es arriesgado (un mal equipo podría dejarte tirado al final si la obra se complica por ese importe), mientras que por un 20% es más difícil que suceda.
3. Ejecución de la reforma
Una vez elegida la empresa, llega la hora de la verdad.
Durante la obra, deberá haber un jefe de obra que dirija los oficios. Pídele al inicio un planning de obra para saber más o menos qué se hará en cada semana. El planning será flexible, ya que durante la obra surgen imponderables que obligan a cambiar la planificación, pero al menos tendrás una idea de cómo van avanzando los trabajos.
Aún así, además del jefe de obra deberá haber alguien externo que realice el seguimiento para que la ejecución se ajuste al proyecto. Su misión no es tanto coordinar oficios como, resolver dudas del jefe de obra, asegurarse de que la obra cumple con lo proyectado o modificar el proyecto de la forma más adecuada si surgen sorpresas en obra.
En realidad esta función la debería llevar a cabo quien ha realizado el proyecto (arquitecto o interiorista si lo encargaste a un profesional, o tú mismo si lo hiciste por tu cuenta), pues es quien mejor lo conoce.
En cualquier caso, si llevas tú el seguimiento, te recomendamos que fijes durante la ejecución una visita mínima semanal a inmueble con el jefe de obra para revisar avances, independientemente de las veces adicionales que te pases por la obra o de la comunicación constante y fluida que tengas con él por vía telefónica. Si en cambio el seguimiento lo realiza el interiorista o arquitecto, podrás olvidarte de esta parte, pues ellos deberían darte un informe semanal con los avances y dudas a solventar de cada semana.
En fin, para acabar sólo decirte que las obras, aunque se sufren, al final se olvidan, mientras que la casa a tu gusto te queda para siempre, así que desde Decofilia sólo podemos recomendártelas sin ningún género de duda. ¡Feliz reforma!
Vía: pinterest.com
Gracias por compartir estas recomendaciones para planificar una reforma integral. Un contenido muy completo y con información relevante
Nos alegra que te guste 🙂
A la hora de hacer una reforma en el hogar es necesario tener planificado el proceso. De esta manera hay mayor control de la obra. Muchas gracias por compartir esta información.
Gracias a ti por comentar. Sin duda una obra sin planificación previa es candidata al desastre: más cara, más tiempo para finalizarla, más estrés y más disgustos.
Sin duda merece la pena “perder” un tiempo previo en hacer un buen proyecto para ahorrar luego tiempo y dinero.