La cerámica en el diseño de interiores

Con el auge de los estilos que emplean materiales naturales (mimbre, ratán, maderas, linos) y las objetos auténticos, la cerámica como complemento decorativo gana enteros cada día.

Aunque siempre ha estado presente en nuestras casas, lo cierto es que en la actualidad existe una especie de explosión en este mundo cerámico en el que las nuevas texturas y colores se han puesto al servicio de la creatividad de cientos de personas que crean sus propios jarrones o personalizan sus vajillas. Cientos de cursos para aprender a manejar la cerámica proliferan en las ciudades y nos permiten crear nuestras propios objetos cerámicos para decorar espacios.

No obstante, para aquellos que por tiempo o ganas no deseen aprender, existen muchísimas opciones creativas existentes en el mercado para todos los estilos decorativos que tienen a la cerámica como principal material. Jarrones, maceteros o vajillas en tonos neutros o coloridos, brillantes o mateados, grandes o pequeños pueblan las casas de medio mundo dando a cada ambiente ese toque especial que le faltaba.

Y como la cerámica es un mundo con infinitas aplicaciones y opciones decorativas, vamos a ver sus principales usos y tonos para todo tipo de ambientes:

Principales aplicaciones

 

Jarrones y vasijas

Probablemente las jarras, jarrones y vasijas en sus variadas formas y colores son el objeto decorativo por excelencia en el que la cerámica, junto al cristal, reina sin competencia.

Dentro de este amplio mundo, podemos encontrar versiones muy contemporáneas, fundamentalmente en tonos mate y empolvados, transmitiendo paz y un aire zen.

No obstante, la omnipresencia actual del estilo rustic chic ha hecho que vuelvan a estar de moda ese tipo de jarrones y vasijas imperfectas, con sus panzas, sus rayados imperfectos y su estética desgastada, lo que queda especialmente bien en combinación con interiores de tipo mediterráneo o escandinavo.

 

Maceteros

Otro clásico en el mundo cerámico, los maceteros son el candidato perfecto para las aplicaciones cerámicas de distintos tipos.

De hecho, para conseguir ese toque rústico que tanto gusta actualmente, basta con recuperar un viejo maceteros de barro que andaban perdidos en el desván.

Si prefieres dar un toque artesanal pero menos rústico, puedes utilizar pequeños maceteros en tonos pastel y combinarlos con cactus, o bien optar por maceteros colgantes para el techo.

Para estilos más contemporáneos, existen versiones en tonos crudo y efecto madera o bien pintados en blanco y negro, jugando con líneas de distinto grosor y separación.

 

Vajilla

Vasos, tazas, platos o tazones son también opciones muy adecuadas para la aplicación de la cerámica decorativa. Al estar en contacto con los alimentos, suelen llevar un tratamiento adicional (normalmente vitrificado) pero no por ello dejan de ser enormemente decorativos, ideales para colocar en baldas de cocina o aparadores.

 

Otras aplicaciones

Jarrones, vajilla o maceteros no son las únicas opciones para la aplicación de la cerámica.

Una pared puede resultar por ejemplo el lienzo perfecto para objetos cerámicos que reproducen formas florales o animales que, repetidas en diversos tamaños, se llevan el foco de todas las miradas.

Otras veces se puede utilizar la cerámica para usos variopintos, como ceniceros, figuritas para decorar un árbol de Navidad o incluso vasos para dejar el pincel, la creatividad no tiene límites.

 

Decorando con color

Dejando a un lado las aplicaciones concretas de cada pieza, los diferentes matices de color aplicados a la cerámica pueden ser los que impriman el caracter de un ambiente. Veamos las distintas opciones:

 

Cerámica colorida

Las posibilidades en pintura decorativa para cerámica son tantas que se puede conseguir dar el color a una habitación simplemente decorando con objetos cerámicos coloridos.

Lisos o veteados, en tonos armónicos o contrastados, en el mercado hay una enorme variedad de objetos cerámicos en colores fuertes para dar vida y alegría a cualquier espacio.

Si en cambio te gustan los tonos suaves, puedes conseguir un interior colorido optando por una mezcla de piezas en acabado mate y colores menos subidos de tono.

Tonos claros y neutros

Para los que prefieren la paz interior de los tonos neutros como blancos, crudos o grises, hay todo un mundo de piezas donde elegir, siendo estas piezas las ideales para colocar ramas, flores secas u hojas de eucalipto y olivo.

 

Tonos oscuros

Aunque la cerámica en general tiende a asociarse a tonos suaves o coloridos, lo cierto es que las tonalidades oscuras son todo un mundo por explotar. Negros, marinos o grises son opciones tremendamente elegantes y atemporales para espacios

 

Versiones monocromo

Otra opción para decorar con cerámica es utilizar distintas piezas de un mismo color. Se puede por ejemplo dejar el tono original de la terracota, o elegir un tono neutro igual para piezas de distinto tamaño y forma que resultan de lo más decorativas.

 

Cerámica de autor

Por último, dejamos un apartado específico al arte aplicado a la cerámica. Igual que sucede con la pintura o la escultura, existen artistas dedicados exclusivamente al mundo de la cerámica que realizan piezas están más cerca de considerarse una obra de arte que de un elemento funcional o decorativo.

Tazones, vasijas y maceteros se convierten en piezas candidatas a aplicar la infinita creatividad artística, convirtiendo estos objetos en verdaderas esculturas, por ejemplo adoptando formas humanas.

Otras veces los objetos se conciben directamente desde el inicio como piezas decorativas, concebidas para decorar rincones, consolas o aparadores.

Otras veces se trata de concebir objetos prácticos y funcionales pero con labrados y diseños que los convierten casi en piezas de colección.

 

¿Más inspiración?

Piezas con mensajes personalizados, acabados brillantes, líneas y dibujos geométricos… Todo un abanico de opciones para decorar con cerámica hasta el más recóndito rincón.

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Vía: pinterest.com