Siendo el frigorífico un electrodoméstico esencial en la cocina, hoy queremos dedicarlo a un tipo de frigorífico en particular, uno que habréis visto en multitud de ocasiones decorando casas, lofts o estudios de todos los estilos… Se trata de los particulares y característicos frigoríficos Smeg, que se han ganado por derecho propio un lugar destacado en la decoración de cocinas.
Sin ánimo de hacer publicidad (no nos pagan por ello 😉 hay que reconocerle a esta marca el haberse ganado un puesto con todos los honores en el mundo del diseño. A partir de su personal, única y cuidada estética vintage de los años 50, pero incorporando toda la tecnología actual, han conseguido un electrodoméstico de esos que decoran, y es que quien tiene “un Smeg” en su cocina tiene un tesoro, porque se ha convertido casi en un objeto de culto 😉
Sus líneas redondeadas, su especial tirador de acero, la incorporación de la marca de forma visible en el mismo material, y por supuesto su gran gama de colores, se han convertido en su señas de identidad.
Es precisamente su gama de colores y su tamaño compacto lo que le permite personalizar cualquier espacio y adaptarse a todos los estilos de decoración de cocinas. Aunque se mueva como pez en el agua en los estilos vintage, retro o rustic chic, lo cierto es que puede quedar perfectamente bien también en un ambiente actual, de estilo contemporáneo o minimalista.
Femeninos, masculinos, en tonos pastel, en colores vivos, en imitación a tela vaquera, de flores, con banderas o a rayas, en versión mini (a la altura de la encimera) o maxi, lo cierto es que es imposible no encontrar el que le vaya a cada uno…
Como producto, ha ganado numerosos premios de diseño y desde luego, si fuéramos el responsable de marketing de la marca, le recomendaríamos que invirtiera en un museo con todas sus piezas desde el inicio de su producción hasta hoy. ¡Nos pedimos la primera entrada!
En fin, por si eres de esos rara avis que aún no lo conoces, aquí tienes varios ejemplos para que veas cómo quedan 🙂
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Vía: pinterest.com